GOURMET

Una vez que la "criatura" había nacido, como os contamos en nuestra primera entrega de este atípico making off, y que nos habíamos pasado una semana dándole vueltas a cómo afrontar el rodaje con sólo 7 días de preparación, todo lo demás fue sencillo. Podríamos contaros que los dos días de rodaje fueron épicos, al más puro estilo Apocalypsis Now, cargados de dificultades e imprevistos que íbamos solucionando sobre la marcha pero, en realidad, la cosa fue bastante más fácil de lo que nosotros mismos esperábamos.

Ambos teníamos claro qué queríamos contar y cómo queríamos hacerlo. El guión estaba muy definido y los planos claves también los teníamos muy claros. De hecho, una de las principales preocupaciones que tuvimos fue grabar muchas imágenes para poder contar con un buen bruto que nos permitiese solventar los problemas que nos pudiesen ocasionar nuestra falta de medios técnicos. Fue, ante todo, un trabajo bastante repetitivo -como suelen ser muchas veces estas cosas- y duro por el número de horas que le dedicamos pero, sinceramente, más sencillo de lo que creíamos.

Las comidas para reponer fuerzas, en las que dimos buena cuenta de las recetas que elaboramos para grabar el cortometraje, fueron muy intensas desde el punto de vista creativo. Los dos nos conocemos hace tiempo y hemos trabajado juntos en innumerables ocasiones así que, cada uno de nosotros, quería sacar lo mejor del otro desde el punto de vista interpretativo y sabía en qué tecla pulsar para conseguirlo. Y las paradas para reponer fuerzas eran el mejor momento para hacerlo.

Aún así, el rodaje se ajustó más de lo esperado a nuestra mejor programación prevista y, aunque supuso un gran esfuerzo físico y mental, nos hizo llegar al domingo por la tarde con una sonrisa de oreja a oreja en nuestras caras. Había estado bien.

POSTPRODUCCIÓN

Una vez finalizado el rodaje teníamos por delante el proceso de postproducción que, desde el principio, nos "asustaba" un poco más que la creación de la historia, el rodaje o la interpretación, en las que nos sentíamos más cómodos.

Sin embargo todo fue bastante natural. Quedamos para hacer el primer visionado de imágenes el siguiente fin de semana. El material bruto era abundante, pues habíamos realizado 4 platos y todo ello conllevaba que el personaje de Álvaro repitiese el mismo speech varias veces, cada uno referido a un plato diferente. Así que tuvimos un buen número de imágenes entre las que elegir.

Finalmente el plato que más nos convenció y que se convertiría en la elaboración central del cortometraje fue la tosta, tanto por su descripción como por el buen resultado que dio el proceso de creación del mismo en imágenes. Y así, poco a poco, fuimos eligiendo las que consideramos mejores imágenes.

Luego vendría el montaje, que se pospuso en el tiempo varios meses por culpa de nuestros diferentes compromisos laborales que impedían que pudiésemos estar juntos, ya que esa era una de los acuerdos a los que habíamos llegado: montarlo entre los dos.

Pero eso lo dejaremos para una próxima entrega de este Cómo hicimos Gourmet...